
Sabías que ...
¿Sabías que la mayoría de las personas no hidratan adecuadamente su piel?, ¿o que otra gran parte de la población piensa que su piel es sensible, y en realidad no lo es? La mayoría de las personas no sabemos cuál es nuestro tipo de piel y, por eso, no le damos los cuidados que necesita para mantenerla sana y luminosa.
La piel seca carece de lípidos (grasa) o hidratación.
Podrás saber si es tu tipo de piel si:
- Aspecto áspero y descamado, ya sea por cuestiones genéticas o ambientales.
- Los poros están más cerrados.
- Es tirante y tiene a picar
Estas características propias de la piel seca son las que intensifican las molestias diarias debido a la tirantez o a la sensación de picor.
La piel muy seca se caracteriza por ser tensa, fina y frágil, se nota la escasez de lípidos y agua en ella, y puedes reconocer si es tu tipo de piel si:
- Su tacto es áspero.
- Tiene falta de flexibilidad y suavidad.
- Está tirante y causa picores.
- Tiene zonas irritadas y presenta enrojecimiento.
Esta sequedad puede deberse a:
- Una respuesta a una agresión externa continua y ocasional muy intensa. Puede ser química, por el uso de productos que resecan, o climática.
- Un signo de enfermedad dermatológica como la dermatitis atópica o ictiosis, que se caracteriza por una piel muy seca en todo momento y en muchas zonas del cuerpo.
Cuando hablamos de piel normal hablamos de una tez uniforme que se encuentra suave al tacto, con un tono igualado y unos poros poco visibles. Aparentemente no presenta imperfecciones ya que sus células producen la cantidad adecuada de elementos para mantenerla hidratada y protegida de los ataques externos.
Podrás reconocerla porque:
- Tiene un ligero brillo mate.??
- Una sensación grasa poco importante.
- No está tirante.
- No tiene rojeces ni imperfecciones.
- Responde bien a las diferencias de temperatura y humedad.
La piel normal no suele presentar problemas asociados en particular ya que el estar lo suficientemente hidratada, se mantiene flexible y suave al tacto. Sin embargo, a pesar de su equilibrio, a veces no es capaz de hacer frente a todas las agresiones como el frío, los ambientes muy secos o la exposición prolongada a los rayos UV sin protección.
Además el estilo de vida influye de manera muy importante ya que el estrés, la nutrición o el sueño tienen un gran impacto sobre la piel y el envejecimiento. Si este es tu tipo de piel debes tener en cuenta que estas agresiones atacan la epidermis y dañan su película protectora y, aunque no observes estos daños ahora, podrás verlos a medio y largo plazo. En el apartado 3 de nuestro artículo te brindamos las claves para mantenerla sana y a salvo de las agresiones externas.
La piel mixta se caracteriza por presentar zonas normales o secas y zonas grasas que pueden estar más o menos marcada??, sobre todo en la zona T (frente, nariz y barbilla).
¿Cómo reconocer si tienes una piel mixta?
Tu piel es mixta si:
- Tiende a ser más grasa en la nariz, la frente o la barbilla.
- En esta zona, es suave y con un aspecto brillante con algunas imperfecciones.
- Tiene los poros bien dilatados.
- La zona de las mejillas y la sien es más bien seca.
- Presenta un brillo grasiento.
La piel grasa se caracteriza por segregar un exceso de sebo debido a que las glándulas sebáceas son más grandes y numerosas de lo normal.
Además la piel grasa se intensifica con los cambios hormonales y con factores externos como:
- Uso de productos no adaptados.
- Uso de productos agresivos.
- Estrés.
- Contaminación.
- Fatiga externa.
- Mala alimentación.
Sabrás que tienes una piel grasa si:
- Tiene un aspecto brillante y graso.
- Tiene los poros dilatados.
- Tiene una textura irregular.
- Es propensa a tener impurezas.
La piel grasa suele ser característica en la época adolescente y en los cambios hormonales posteriores que comentábamos anteriormente.
La piel sensible es cualquier tipo de piel: seca, grasa o mixta que reacciona de manera excesiva, más fuerte o más rápidamente a un factor externo o interno que generalmente es bien tolerado por una piel normal.